viernes, 9 de octubre de 2009

escenarios actuales.

Pero esto, que es historia, ¿cómo se presenta en nuestros días?.

Para entender los conflictos de hoy, necesariamente debemos referirnos al contexto en que se producen, vale decir, hacer un análisis de las influencias dominantes en los escenarios internacionales actuales.

Lo más destacable es el proceso de globalización, al que es imposible sustraerse, so peligro de quedar marginado del acelerado desarrollo que impone un sistema de evolución vertiginosa.

Este fenómeno de globalización, que puede haber sido inicialmente percibido como de base económica, hoy día tiene un marcado acento en el mundo de las comunicaciones, de la política y del derecho internacional.

Desde un punto de vista político y económico, es evidente que las potencias medias y los países pequeños no juegan un papel muy relevante en un proceso regido abrumadoramente por los países de estructura más poderosa, lo que transforma en un imperativo vital, la agrupación de unidades nacionales con intereses convergentes, para integrarse con un mayor peso específico al fenómeno global.

Pero el problema no termina en los aspectos económicos de la sociedad, donde el manejo de las cifras, los equilibrios y las decisiones se adoptan con la fría lógica de los negocios, aún cuando en estas acciones, se concrete un traspaso importante de poder nacional.

Donde el problema se plantea con dramática intensidad es en el mundo de la cultura, donde los medios de comunicación pueden llegar a modificar los valores auténticos y tradicionales de la sociedad, la que parece estar experimentando un cambio que no pasa inadvertido y que, lamentablemente, no siempre es favorable.

Nadie pretende que las sociedades permanezcan estáticas ni petrificadas, pero tampoco es bueno hacer propios, con tanta facilidad, costumbres, principios y hábitos adquiridos a través de una persistente propaganda, que no tiene otro interés que la rápida conquista del mayor número de mercados posibles.

Tampoco lo es, aceptar sin mayor análisis, la validez de la noticia internacional, difundida exclusivamente desde la perspectiva de quienes controlan los grandes medios de comunicación social, sin tener la menor posibilidad de conocer las interpretaciones de la misma por parte de quienes constituyen " la otra cara de la medalla ", situación que afecta a naciones, étnias o personas, que marcados por el dedo implacable de este fenómeno comunicacional, reciben su sentencia, antes del debido proceso.

De esta manera, el estado-nación, configurado como un sistema jurídico cerrado y autosuficiente, con el monopolio de la fuerza, que dicta leyes, defiende sus fronteras, emite su moneda, define y ejecuta sus políticas, usa una misma lengua y privilegia su propia cultura, se está viendo enfrentado a la pérdida progresiva de soberanía y jurisdicción que les son propias.

Esta perforación de la estructura del Estado llega a alterar con gran intensidad la vida de sus ciudadanos. En los países más desarrollados el trabajador puede reemplazar la rutina diaria de ir a su empresa, por labores que desempeña en su propio hogar, mediante la utilización intensiva de los computadores. Faxes y mensajes electrónicos reemplazan a las diligencias personales, y otro tanto sucede con los trámites bancarios y las compras, en las que cada vez se usa más el "dinero virtual". De esta manera, tienden a ser sustituidas las formas tradicionales de convivencia entre las personas, perdiéndose aquellas virtudes que sólo la relación humana directa produce, como la amistad, la solidaridad y la capacidad de trabajar en grupo, todo lo cual, nos llevaba a aceptarnos con nuestras virtudes y limitaciones.

Con este estado-nación permeado y con este ciudadano aislado y menos comprometido, " es muy importante entender que los procesos de globalización, son simultáneamente procesos de dominación y poder, en los cuales los patrones culturales prevalecientes en la sociedad más poderosa, se convierten en paradigmáticos, en modelos que los otros deben seguir y alrededor de los cuales ocurren ciertas formas de homogeneización" … " aquellos países que han estado en el centro del proceso de globalización, normalmente han construido sus identidades nacionales como centrales, dominantes, con una misión que cumplir en el mundo y capaces de designar a todas las otras culturas como periféricas o inferiores".

No hay comentarios:

Publicar un comentario